jueves, 19 de abril de 2012

Singular expansión del ajedrez en Rusia

Ya hablamos de la expansión del ajedrez en Europa alrededor del año 1000, y dijimos que el centro más importante, desde el cual se propagó a todo el viejo continente, fue sin lugar a dudas España, dominada en ese tiempo por los árabes.
Sin embargo, es sumamente singular el caso de Rusia, país donde el juego-ciencia tiene una tradición milenaria, hecho que explica en gran medida la preponderancia de los ajedrecistas soviéticos en nuestra época.
En efecto: Existe la teoría de que ajedrez fue conocido tempranamente en lo que hoy son las repúblicas soviéticas del Cáucaso, por influencia directa de los asiáticos. Esta teoría es difícilmente comprobable, pero de todos modos abundan los indicios de que a la antigua Rusia llegó directamente el chaturanga hindú o, a lo sumo, el chatranj persa, y no, como al resto de Europa, el juego en su versión árabe.
Los historiadores analizan tres posibles vías de penetración del ajedrez a Rusia. La primera es la invasión de los mongoles, en el siglo trece, hipótesis unánimemente descartada, ya que dicha invasión fue particularmente sangrienta y destructiva y no buscaba precisamente civilizar; además hay evidencias suficientes de que los rusos ya jugaban al ajedrez mucho antes de esa terrible incursión de los bárbaros del Asia.
La segunda posibilidad es que ajedrez viniera a Rusia desde Bizancio, donde el juego, con el nombre de de “zatrikión” se practicaba desde el siglo V. Algunos autores, entre quienes se encuentra el propio Murray, discuten también esta teoría, que es sin embargo bastante aceptable si se repara en que los príncipes de Kiev celebraron, en el año 907, un tratado de paz y amistad con los soberanos de Constantinopla, lo que dio lugar a un intenso intercambio cultural. Es verdad que la iglesia rusa (que, como todas las iglesias, condenó originalmente al juego) hace referencia en sus escritos al “shajmaty” introducido por los árabes a Europa, pero ello no excluye la posibilidad de una doble fuente, a través de Bizancio primero, y por medio de los árabes después.
La tercera vía es la del tráfico comercial entre los rusos del principado de Kiev y los distintos pueblos con quienes mantenían provechosas relaciones. Acaso sea la suposición más acertada y al que mejor admite que el ajedrez, ya difundido en numerosas naciones, fue traído a Rusia desde diferentes países, en una acción concurrente y que, su generalizado prestigio extranjero, fue prontamente aceptado por el inteligente y orgulloso pueblo ruso. De hecho, hay testimonios de que los zares fueron entusiastas ajedrecistas, y es sabido que le famoso Ivan el terrible, fue asesinado cuando se hallaba absorto en una partida de ajedrez.El nombre de las piezas, en lengua rusa, ofrece particularidades que inclinan a sostener la múltiple influencia de diversos pueblos en su difusión. La dama, por ejemplo, se denomina “Firz”, evidente derivado de “Farzin”, como se llama entre los persas el “ministro”. El rey recibe el nombre de “károl”, que alude al emperador Carlomagno, arquetipo de monarca de la edad media, circunstancia que revela una clara vertiente de Europa Occidental. Los alfiles se designan con la palabra “slon”, traducción del vocablo árabe “fil”, que significa “elefante”, lo que acredita cierta herencia musulmana. Y, por último, las torres son llamadas “lad´ya”, que literalmente quiere decir “barco”: Para este fenómeno hay una explicación pausible: Una dinastía del principado de Kiev era de origen normando, vale decir, vikingos, pueblo navegante por excelencia, que también habría dejado su huella en el ajedrez de Rusia.  

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