Por: Arquitecto Roberto Pagura
"No obstante, a quien parecía mi más peligroso adversario, logré derrotarlo en una buena partida y así conquistar invicto el Torneo a la par que su resentimiento por haberle despojado parte de su notoriedad. Un conocido arquitecto se ocupó de confeccionar el diploma que me acreditaba como “Campeón de Ajedrez de Villa Devoto”, encabezado por un lema: “Las ideas no se matan, las chinches sí” en alusión a la limpieza que hacíamos de las camas para erradicar esos bichitos"
"No obstante, a quien parecía mi más peligroso adversario, logré derrotarlo en una buena partida y así conquistar invicto el Torneo a la par que su resentimiento por haberle despojado parte de su notoriedad. Un conocido arquitecto se ocupó de confeccionar el diploma que me acreditaba como “Campeón de Ajedrez de Villa Devoto”, encabezado por un lema: “Las ideas no se matan, las chinches sí” en alusión a la limpieza que hacíamos de las camas para erradicar esos bichitos"
"Quiso la casualidad que el 15 de abril, día de mi detención, coincidiera con el aniversario de la muerte de mi padre ocurrida 21 años antes, y con el “día del ajedrez argentino” instituido años después en recordación del nacimiento de MIguel Najdorf".
Esta es una pequeña muestra del cuento "Campeón de Villa Devoto" narrado por el Arquitecto Roberto Pagura, un apasionado difusor del ajedrez y que puedes leer completo aquí.
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