Después de escribir del "rechazo a pensar con creatividad", Garry Kasparov se mete de lleno sobre la enorme cantidad de formas de estimular nuestra fantasía. Lógico que sigo leyendo y volcando aquí lo que considero especial del libro "Cómo la vida imita al ajedrez", del XIII campeón mundial de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
Tomar conciencia de nuestros hábitos y luego romperlos es uno de los sub título interesante de este libro. Es importante cuando afirma que no conseguiremos nuevas formas de solucionar nuestros problemas, "a menos que busquemos nuevos caminos y, una vez que lo hayamos encontrados, necesitamos sangre fría para ponerlos en práctica".
"Debemos romper nuestras costumbres -agrega-, incluso hasta el punto de prescindir de las que nos hacen más felices, para comprobar si podemos encontrar métodos nuevos y mejores".
"Es importante no hacer caso de los estereotipos que tenemos sobre nosotros mismos cuando nos embarquemos en dicho proyecto. Nuestra propia opinión sobre nuestras habilidades, a menudo muy inexacta, es producto de un par de incidentes o comparaciones. Las personas que les dicen constantemente a los demás, y a sí mismos, que son olvidadizos o indecisos, se meten en un círculo de re afirmación negativa muy difícil de romper. ¿Cómo sabe alguien que su memoria es peor que la de su esposa, o que la mía? Es mucho mejor tener exceso de confianza en u no mismo que lo contrario", remarca Kasparov.
Y termina este capítulo con una frase escrita por Churchill: "La actitud es una insignificancia que marca la diferencia".
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