Juan Antonio Castro Torres |
En la primera parte de “Al pan, pan y al ajedrez, ¿tie-break?” del libro "Para Recuperar el Alma" nos enteramos que después de disputadas las nueve partidas del torneo, dos amigos ajedrecistas finalizaron en el tope de las posiciones y el campeón se llevaría –además de la plata y la gloria– el mejor de los recuerdos, un beso sensual, apasionado y con estrecho abrazo incluido, de la mismísima Reina Nacional del Trigo, ungida en la noche del cierre de la competencia ajedrecística. Entonces, a no perderse mañana la segunda parte.
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