Héctor Luis "Avión" González
Hace 23 años (6/8/88) nos atravesó el dolor de perderlo. Hoy, desde el ajedrez, descubro la alegría de tenerlo presente. ¿De quién hablo? De Héctor Luis González, uno de mis mejores amigos (así que no me pidan objetividad), más conocido como “el Avión” o “el Gordo”. Hace unos días, en la zona de tribunales encontré a un grupo de abogados que no dejaba de recordar sabrosos relatos de su actividad como martillero público. Y ayer nomás tenores, sopranos y barítonos me explicaban en los pasillos del Teatro Libertador San Martín sobre sus conocimientos de opera y música clásica. Y como para dejar bien marcada su polifacética y proficua vida, no puedo dejar de recordar mi encuentro hace unos años con viejos dirigentes de los clubes Palermo y Lavalle en un bar del populoso barrio San Vicente (“La República”) en la ciudad de Córdoba. Estos memoriosos evocaban y revivían su paso como técnico de fútbol o boxeador amateur.
Naturalmente, en el ambiente que más lo echo de menos es en el ajedrez ¡Y no es para menos!
Fue un enamorado del juego ciencia, que lo atesoró como periodista, jugador, dirigente y docente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) .
Llegó a militar en la primera categoría de la Unión Cordobesa de Ajedrez (UCA), entidad que lo tuvo como dinámico dirigente y que lo catapultó a la vicepresidencia de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) y a la organización de un un sinnúmero de torneos de categoría, como un certamen panamericano y el campeonato mundial de Cadetes en la localidad de Embalse, en nuestra provincia. Asimismo, su inagotable voluntad lo llevó a realizar torneos de gran importancia como los famosos “Centro República” y a “ponerse al hombro” gran parte de la Olimpíada de Ajedrez de 1978, cuando su máxima autoridad, Rodolfo Zanlungo, desapareció por acción de la lucha interna de la maldita dictadura que nos oprimía en ese tiempo.
Que mi memoria recuerde, fue uno de los pocos dirigentes que defendió a ultranza los derechos de los jugadores del interior del país. Guillermo y Edith Soppe, Luis Marcos Bronstein, Raúl Monier Fabián Moscovich, y Sandra Villegas, entre muchos otros, deben estar eternamente agradecidos de sus gestiones.
Evoco que como periodista especializado en ajedrez “el avión” concretó los tradicionales comentarios de distintos matches por el campeonato mundial. En 1972, en un salón del matutino LA VOZ DEL INTERIOR, en Avenida Colón 39, comentó junto al múltiple campeón de Córdoba Osvaldo Bazán el mactch Fischer - Spasski, al que concurrían diariamente miles de entusiastas ajedrecistas.
No sólo eso, aprovechó sabiamente este episodio para organizar un torneo únicamente para aficionados, que reunió a 641 jugadores no federados, el más grande de esta especialidad en toda la historia del ajedrez local, nacional y sudamericana. Este evento sirvió para que surgieran muchas de las futuras figuras del juego ciencia local (pero esto será motivo de otra nota).
Después siguieron los comentarios de los matches de ajedrez Karpov - Korchoni y Kasparov -Karpov, acompañado de jugadores de primera categoría y, especialmente, con el jerarquizado aporte del Gran Maestro Internacional Erich Eliskases, (Un Caballero del Ajedrez) quien vivió en nuestra ciudad desde la década del 50 hasta su desaparición física.
Además de sus brillantes columnas periodísticas, escribió varias obras de ajedrez entre las que se destacó "El estilo tenaz de Víctor Korchnoi.
En definitiva, desde el periodismo, la docencia, la dirigencia o cualquier otra actividad (también fue comerciante y estudiante de “la teoria del juego”) lo hizo apasionadamente. Y por si esto fuera poco, absolutamente todo lo desempeñó con la sutileza de un humor irrepetible.
“Avión” en mi mente y en mi corazón siempre estarás presente.