El primer día de setiembre de 1972 el genial norteamericano Robert “Bobby” Fischer hacía inclinar por última vez el rey del ruso Boris Spassky en el 27º match por el campeonato del mundo, luego de un encuentro que atrapó la atención de todo el mundo: aficionados o no al juego ciencia estuvieron pendientes de esta competencia.
Tal fue la atracción que ejerció este evento realizado en la lejana Islandia que hasta en los más remotos lugares del planeta se esperaba con ansias los movimientos de esta magna lucha.
En Córdoba, LA VOZ DEL INTERIOR llegó a reunir alrededor de 3000 personas en una sola jornada, que ávidos asistieron a los comentarios realizados por jugadores locales. Esta enorme repercusión fue captada por el periodista y dirigente Héctor Luis Gonzalez, quien de inmediato comenzó a trabajar en la organización de un torneo que pudiera captar a todos los aficionados hambrientos de intercambiar jaques, tablero cuadriculado de por medio.
Entre el 25 de setiembre y el 19 de diciembre
Así es el 12 de setiembre se anunció la realización de un certamen para jugadores libres o federados que no tuvieran categoría superior a carta (es decir aficionados). Gran cantidad de entusiastas se hizo eco del llamado de LA VOZ DEL INTERIOR y en apenas dos días ya se había inscriptos alrededor de 200 jugadores. Al cierre de las anotaciones se superaron los cálculos más optimistas con 641 registrados, récord en certámenes de ajedrez de carácter oficial organizados en América, lo que brinda una idea de la importancia que había tomado el juego ciencia en esta ciudad.
Esta ciurcunstancia hizo replantear la organziación, llegando la Unión Cordobesa de Ajedrez (UCA) a realizar una reunión extraordinaria para establecer una nueva reglamentación, distinta a la prevista originalmente.
También se dispuso que se jugaría por la tarde y por la noche, para poder cumplirse en un plazo no muy largo con todas las rondas previstas.
En definitiva, se estableció que se disputaría un turno preselección formado por 128 zonas de cinco jugadores cada una, que se enfrentaría por sistema americano (todos contra todos), en partidas de dos horas y media para 50 jugadas, clasificando el primero de cada una para un turno clasificatorio. De esta instancia saldrían posteriormente los finalistas.
La prueba comenzó el 25 de Setiembre bajo la dirección de Héctor Luis Gonzalez, actuando como subdirectores los fuertes jugadores locales Oscar Maldonado. Osvaldo Bazán, y Julio César Saadi. fueron fiscales Carlos Pello, Miguel Litovicius, Francisco Nieto, Carlos Lavallén y Pedro Morep.
Desde el primer día y hasta la finalización del torneo el público prestó un marco adecuado de asistencia, observándose la presencia tanto de destados jugadores de las categoría superiores, como aficionados en general que concurrían acompañdos de su familia.
Guillermo Soppe
Entre los 640 participantes que con el tiempo llegaron a sobresalir en el juego ciencia local se destacó claramente Guillermo Soppe, hoy maestro internacional y quien a la fecha es el único cordobés que se consagró campeón argentino de mayores. En este torneo pasó la preselección, pero no logró clasificar para la final.También intervinieron entre otros, Enrique Cabrera, Carlos Barrionuevo, Ricardo Riesemberg, Isidoro Bruno, Gustavo Zarazaga, Enrique Castiglioni, Carlos Tosseli, Miguel Vivas, Fernando Lepstein, Oscar y Hugo D´Alegre, Rubén Andión, Hugo Condado, Carlos Ruffa, Tomás Apóstolo, Hugo Bazán, Luis Carrizo, Carlos Frontera, Héctor Colombo, Gustavo Goldes, Héctor Moreno, Clodomiro Villegas, Juan Massa, Wilfrido Meloni, Ramón Cañete, Oscar Stornini, Manuel Castro Novoa, Juan Domingo Luque y Raúl Grosso. La nota simpática la dieron Silvia Castro (6 años), Sergio Jilminisky (7 años) y Mauro Soppe (7 años, hermano de Guillermo y Edith).
Luego del tamiz de la preselección y del turno claisficatorio, quedaron dos zonas de 10 jugadores cada uno: En la “A” actuaron Juan Raoli, Faustino López, Victor Celi, Adolfo Albecayk, Mario Lega Espeta, Eduardo Oliver, Julio Mansilla, Antonio De Francheschi, Pedro Galván y Gustavo Colombo. En la “B” lo hicieron Rodolfo Di Mauro, Eduardo Balabán, Rolando Coria, José de Gaetano, Luis Olizazzi, Juan Bertechi, Roberto Rautenberg, Pedro Hernandez, Carlos Montoya y Raúl Saravia. Finalizada esta etapa, emergieron como finalistas Víctor Celi y Rolando Coria, quienes dirimieron el título en un match de cuatro partidas: La primera la ganó Celi (con blancas) en 59 jugadas, después de platense una apertura Ruy López. La segunda y la tercera fueron tablas(inglesa en 62 y siciliana en 53, respectivamente) y la última fue para Celi (Inglesa en 51 movimientos).
Víctor Celi
Así el 19 de diciembre, despúes de casi tres meses de competencia, Víctor Celi, (19 años), un estudiante mendocino de la carrera de medicina en la Universidad Nacional de Córdoba se quedó con este gigantesco certamen, en el transcurso del cual perdió una sola partida demostrando una enorme capacidad y talento. La segunda posición fue para Soria, tercero se ubicó Galván, cuarto Balabán y compartieron el quinto puesto Rautemberg y Lega Espeta. Este torneo especial de ajedrez (que sirvió para que todos los finalistas ascendieran a tercera categoría de la Unión Cordobesa) tuvo repercución en distintos ámbitos, entre los que se contó la Federación Argentina de Ajedrez (FADA), quien en una conceptuosa nota dirigida al director del diario Luis Remonda expresó su “viva satisfacción por el magnífico esfuerzo” puesto en la realización de la prueba.Lo concreto es que hace casi 40 años se realizaba en Córdoba el torneo con mayor convocatoria de América con 641 inscriptos (uno fue impugnado) que aún hoy no ha podido superarse. Y por como evolucionó la organización del juego ciencia en nuestra ciudad, muy difícilmente se logre en el corto plazo algún acontecimiento de similares caraterísticas.
2 comentarios:
Agradezco la mención que se me hace en este artículo. Ese torneo, dejó una huella muy profunda en mí. Entre otras "perlas", compartí la zona con el Maestro Internacional Guillermo Soppe y puedo decir con orgullo indisimulado, que nuestra partida terminó en tablas. Luego, él continuó su marcha hacia el lugar privilegiado que hoy ostenta, destacándose como uno de los más grandes ajedrecistas que ha dado nuestra provincia de Córdoba. Recuerdo esa convocatoria, que fue verdaderamente masiva, por la pasión que había despertado en esos días, el tremendo match entre el gran Bobby Fischer y Boris Spassky.
Gustavo Zarazaga
Agradezco la mención que se me hace en este artículo. Ese torneo, dejó una huella muy profunda en mí. Entre otras "perlas", compartí la zona con el Maestro Internacional Guillermo Soppe y puedo decir con orgullo indisimulado, que nuestra partida terminó en tablas. Luego, él continuó su marcha hacia el lugar privilegiado que hoy ostenta, destacándose como uno de los más grandes ajedrecistas que ha dado nuestra provincia de Córdoba. Recuerdo esa convocatoria, que fue verdaderamente masiva, por la pasión que había despertado en esos días, el tremendo match entre el gran Bobby Fischer y Boris Spassky.
Gustavo Zarazaga
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